Cuando estamos de vacaciones por Urdaibai solemos salir todas las tardes a jugar un rato a uno de los numerosos frontones que hay por la zona.
Yo aprovecho y suelo sentarme a hacer un poco de ganchillo pero esta vez me llevé a mi erizo para que disfrutara del partido.
Estuvo muy atento todo el rato y al final posó con la raqueta del jugador más joven (tan solo 12 años).
Tengo que decir que hacer las espinas me ha llevado un poco de trabajo, sobre todo interpretar del inglés el patrón, por lo que una tarde quedé con Natacha y muy amable y pacientemente me ayudó a descifrarlo, por eso le doy las gracias de todo corazón pues tenía la labor estancada por dicho motivo.
Espero que os guste es muy simpático.
¡Me alegro porque nadie se sentó encima! ¡Tiene que ser muy txungo sentarse encima de un erizo con unas espinas tan curradas! :)
ResponderEliminarQué bien que hayas vuelto.Ya tenía ganas.Ongi etorri.
ResponderEliminarPero que bonito te ha quedado,Marisa.Los tonos son preciosos.....y las patas....las patas son divinas.
cómo has hecho los pinchos...????
madre mia!!!! pero si es una monada y además deportista, q más se puede pedir?
ResponderEliminarEse erizo parece más suvecito que el que se ha venido a vivir en mi jardín. ¡El tuyo hasta se deja acariciar!
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