Hace unos meses compré esta madeja de lana para hacer un gorro con orejeras.
Después de ovillarla la guardé a la espera del otoño-invierno para tejerla.
Mi sorpresa ha sido que al empezar a hacer el gorro me confundí al echar los puntos, cuando empecé a deshacerlo si se me enganchaba y tiraba un poco de la lana ésta se rompía.
Después de pagar 18€ el ovillo en cuestión no se qué hacer con él porque me da miedo quedarme sin gorro cuando lo use.
¡Una pena ,con lo ilusionada que estaba yo con el ovillo!
Editado para decir que:
El ovillo es de la marca Rowan, Chunky.
Supongo y espero que sea casualidad porque hasta ahora no me había ocurrido nunca.
18 euros y se rompe! qué rabia da cuando pagas por lana "buena" y viene rota o se enreda, etc...
ResponderEliminarO a mitad del ovillo viene un nudo.
ResponderEliminarPues vaya plancha y 18 euros no es nada barato. Si haces el favor de poner la marca y el nombre para que estemos advertidas?
ResponderEliminarGracias!!
Vaya faena. Yo últimamente no paso si una, iría a la tienda y hablaría con quién te la vendió aunque haga tiempo que la compraste.
ResponderEliminarohhhhhhhh jopetas, pero bueno, con ese precio es superraro que suceda eso, que rabia. Yo opino como yolokoso, quizá sea una remesa de lanas que vino fallida y ellas se responsabilicen del fallo de la lana, o al menos que sepan que ese producto no es tan bueno como ellos piensan. Y como idea para que esa lana no se pierda te recomendaría algo de decoración, un cubre velas, cuencos o algo así. Seguro que algo se te ocurre. un besazo
ResponderEliminarHola, me alegro de haberte encontrado por la red, me encantan tus trabajos. Por eso me quedo por aqui y seguiré pasando para ver las cosas lindas que tejes. Sobre la lana, entiendo que a ese precio no es posible que se rompa. Podrías utilizarla tejiéndola junto a otra lana fina del color que prefieras y así quedaría más fuerte.
ResponderEliminarMuchos saludos desde Italia.
A mi me paso con una lana carisima que compre en Irlanda. Que rabia que da!
ResponderEliminarjarrr! no me digas! vaya puñeta...
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