Regresaba hace unos días a casa en el bus cuando vi que se subía Mario.
No pensaba ni por lo más remoto que se iba a sentar en el asiento que estaba libre a mi lado.
Esperé un par de paradas para ver si me decía algo pero estaba claro que no me había conocido.
No me pude aguantar y me dirigí a él identificándome.
-¡Hola Mario! Soy la hermana de E.
-Hola, no lo sabía- me contestó
Tenía claro que la conversación no iba a llegar mucho más lejos y me quedé callada.
Mario es un muchacho tímido, de pocas palabras, eso lo sabemos bien todos los de casa.Es el hijo de unos amigos de mi hermano.
Pero cual fue mi sorpresa cuando me dice:
-Vengo de clase.Estoy haciendo un curso de cocina que me gusta mucho.Además por las tardes practico escalada en el polideportivo y natación.
-Vaya, qué bien.¿Y te gusta?
-Si pero es muy difícil. Sabes en abril es mi cumpleaños.Voy a cumplir 18 años y he pedido de regalo un móvil con wasap y dos entradas para ir a San Mamés con mi novia.Y además como ya seré mayor voy a poder beber una cerveza.
-¿Tienes novia? ¿Cómo se llama?
-Se llama Natalia.
-Pues sabes que la conozco.
-¡Sí! Es muy guapa. Bueno me bajo en esta parada. Adiós.
Hoy en día que un muchacho de 18 años no tenga wasap ni beba una cerveza puede parecer algo extraño pero Mario es especial porque para él todo es distinto y lleva un ritmo diferente al resto de los muchachos desde que nació con la trisomía del par 21 (Síndrome de Down), por eso yo le he tejido este pequeño obsequio.
¡Felicidades Mario!