
Hoy día 3 es San Blas y por "San Blas la cigüeña verás y si no la vieres año de nieves".
Este refrán hace referencia a la llegada de las cigüeñas a España a principios de febrero (excepto en años muy fríos).
Según la tradición, Blas de Sebaste era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales.
Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero.
En la Plaza del Arenal se colocan los puestos donde se pueden adquirir las tradicionales rosquillas y cordones de colores San Blas. Los bilbainos y bilbainas bendicen el cordón ante la imagen del santo de la Iglesia de San Nicolás, situada en la misma plaza.
Posteriormente, la tradición manda colocarlo en el cuello y no quitarlo durante nueve días, tras los cuales hay que quemarlo.
Si el proceso se ha llevado a cabo correctamente, San Blas protegerá la garganta del portador durante todo el año.
¿Por qué las cigüeñas traen los bebés?

El carácter monógamo y las virtudes parentales que tradicionalmente se han asociado con las cigüeñas las hacían el protagonista perfecto de un mito etiológico (explicativo) del nacimiento de los niños.
Por otra parte, su naturaleza migratoria y el hecho de que durante mucho tiempo se ignorara su destino de hibernación conferían al ave un aura idónea de misterio, exotismo y magia.
Y esta es la que ha llegado este año a mi casa.
